ARRUMBADORES DE ALMACÉN @museum.de

En la mampostería se pueden ver las letras doradas de la empresa "Eichholtz & Consorten Quartiersleute", que trabajaba aquí como especialista en almacenes para varios comerciantes. Hasta la disolución del puerto libre en 2012, las letras doradas seguían adornando la pared exterior de nuestro almacén.

La profesión de arrumbador de bodega había evolucionado a partir de la de tonelero. Casi todas las mercancías se transportaban en toneles o barriles (los contenedores de la Edad Media) en las bodegas.
Hoy, la profesión de arrumbador ya no existe y, en la actualidad, se suele hablar de estibadores o especialistas en logística portuaria.

Antes, estos obreros transportaban en carretillas de tres ruedas las pilas de sacos desde la entrada hasta un lugar fijo del almacén. Allí, dos hombres cogían los sacos con garfios. Con fuerza, iban lanzando cada saco, que podía llegar a pesar 70 kilos, sobre una pila de hasta dos metros de altura.
El trabajo de los arrumbadores también incluía el recuento, el pesaje, la inspección, la limpieza, la clasificación por tamaño de grano y la mezcla de los distintos tipos de café.

Sobre el pequeño pupitre vertical se encuentra el libro bodeguero original de Eichholtz del año 1956. Eche un vistazo y compruebe lo que entonces se almacenaba aquí.
En la estantería de madera puede ver varias herramientas utilizadas por los arrumbadores. Estos obreros ofrecían a los comerciantes toda una gama de servicios: desde la tramitación de los documentos portuarios, pasando por la toma de muestras de producto y el almacenamiento de las mercancías, hasta su entrega a los compradores, ¡y eso con todas las mercancías de la Speicherstadt!